Felipe interpreta el quinto arrepentimiento a partir del Salmo LXXXVII
Y Felipe respondió a Jesús diciendo: “Mi Señor, esucha mi solución a su arrepentimiento. Tu poder profetizó anteriormente, con relación a él, a través de David en su Salmo ochenta y siete, diciendo:
Señor,Dios de mi salvación, día y noche te he llamado.
Déjame llorar ante ti; inclina tu oído a mi súplica, ¡oh Señor!
Pues mi alma está llena de maldad y he sido arrastrado al mundo inferior.
Me cuento entre aquellos que han bajado a la fosa; soy como un hombre que no tiene quien le ayude.
Los libres entre los muertos son como los asesinados a quienes se arroja lejos y duermen en las tumbas, a quienes tú no recuerdas más y son destruídos por medio de tus manos.
Me han puesto en una fosa inferior, en la obscuridad y las sombras de la muerte.
Tu ira se ha apagado y tus cuidados me han llegado. (Selah)
Tú has alejado de mí a mis amigos y ellos me han hecho abominable a sus ojos. Me han abandonado y yo no puedo salir de aquí.
Mi vista se ha oscurecido en mi miseria; te he llamado, ¡oh Señor!, todo el día, y he elevado hacia ti mis brazos.
¿Acaso no harás maravillas en los muertos? ¿Acaso los médicos no se levantan y te confiesan?
¿Acaso no proclaman tu nombre en las tumbas?
¿Y tu virtud en mi tierra que has olvidado?
Mas yo te he llamado, ¡oh Señor! , y mi oración te alcanzará en la mañana.
No vuelvas tu rostro de mí.
Pues soy miserable, y sufro desde mi juventud. Y cuando me exalto a mí mismo, me humillo y me levanto.
Tus enojos han llegado a mí, y tus terrores me han llevado a engaño.
Me han rodeado como el agua; han hecho presa de mi durante todo el día.
Has alejado a mis compañeros de mí y a mis amistades de mi miseria.
Esta es pues la solución al misterio del quinto arrepentimiento que Pistis Sophia pronunciara cuando estuvo oprimida en el caos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario