Evidentemente
no me equivoco cuando al hablar de mi especie la denomino “homo
estupid”. Lo siento . Nuestros actos sanguinarios , como especie, apoyan esta
idea con gran facilidad. Somos unos majaderos, unos egoístas, unos
sinvergüenzas, unos bichos. Los principios antiéticos son los que
dominan los grandes mercados y sus estrategias. Da mucho asco.
Aunque este libro sigue siendo un manual lleno de despropósitos, no
veo que el crecimiento como especie de la humanidad sea algo posible
a corto o medio plazo si se tienen en cuenta muchas proposiciones de
este libro. Es deprimente observar que la mezquindad reina y es
publicitada, dejando el esfuerzo y la honradez , incluso la
generosidad, en un segundo o tercer plano. ¡Basta!
En el apartado de la Conducción de la Guerra, en la página 39 del
libreto, hay una nueva frase muy exquisita:
Se
saquea al enemigo porque se desean sus riquezas.
Genial. Es una frase estupenda. Tiene una ética auténtica, una
ética perfecta, un absurdo absoluto...
Sin embargo , de una forma u otra, es el propósito de unas cuantas
guerras actuales, algunas de esas que tenemos en nuestro mundo en
estos momentos. ¿Este es el futuro que queremos? ¡Venga ya!
Trata
bien a los prisioneros y cuídalos.
Chang
Yu:”todos los soldados hechos prisioneros deber ser cuidados con
sincera magnanimidad, a fin de que puedan ser utilizados por
nosotros.”
Esta proposición me sorprende un poco. Básicamente porque no es a
lo que estoy acostumbrado a ver en las películas de guerra que ,
gracias a Dios o al Creador, no han sido demasiadas. Esta costumbre
de tratar bien a los prisioneros debe ser exclusivamente china.
Seguro.
En el apartado de La Estrategia Ofensiva, en la pagina 45 del libreto
, hay una nueva frase curiosa:
Hacer
prisionero al ejército enemigo es más conveniente que
aniquilarlo;...
Bueno. Esto no parece tan malo o perverso. Lo que no termino de
comprender es si realmente es posible un trato magnánimo al enemigo
apresado. Suena a fábula antes que a realidad.
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