Una tercera solución
pasaría por una atención personalizada a cada anciano, y a sus
familiares, para que el entorno emocional y afectivo vinculado con
las relaciones de familia sea moderado y llevado hacia sentimientos
constructivos y positivos. Esta solución necesitaría un profundo
potencial de diálogo y empatía sin pena. La pena no serviría como
referente, ni sirve, pues deteriora la percepción de la realidad
familiar. Se hace necesario cierto análisis en frío que permita una
observación constructiva de los cambios que hay que realizar dentro
de las relaciones de familia o equivalentes, para poder mejorar las
emociones vigentes en los corazones de cada miembro de la familia
analizada.
Esta tercera solución no es muy bonita, o encantadora, en la actualidad. Más adelante ofreceré la oscura visión que supone si no se gestiona bien. Digamos que es un asunto pendiente en estos momentos, y desde una perspectiva personal y administrativa.
A nivel positivo poco más
puedo expresar. Lo que si voy a realizar a
continuación, a modo de desfogue, es una secuencia de entradas donde
quiero dejar claro lo que no debe ser la vejez ni el trato a los
cuidadores familiares o ajenos, al menos la vejez que observo y percibo personalmente. Es
decir, voy a expresar lo que NO debe suponer el cuidado de ancianos,
aunque lo suponga. Tal es el grado de frustración que tengo ante el
trato recibido en determinadas circunstancias que en estos momentos, sin ánimo de molestar sino de
dar fe, puedo entender que en determinados contextos sea
“razonable” la agresión a un anciano, no una agresión
desproporcionada , ojo, pero sí un toque de autoridad perdida ante
el vicio de la mala educación , de la falta de responsabilidad y del
respeto. O ante las enfermedades mentales o la demencia. Sería algo
parecido a lo que hacen los policías anti-disturbios...donde el
cuidador es policía o , mejor, agente del orden.
Seguramente exprese
muchos despropósitos, pero necesito liberarme por algún lugar, por
aquí. Así pues, continúo.
Uno de los primeros
factores que debo analizar, aunque no sea mi caso actualmente, es el asunto
económico y el alta en la seguridad social, o no.
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