Bueno. Aún continúan
las antiguas fiestas en alabanza al dios Saturno, aún duran las
fiestas actualmente llamadas de Navidad, las fiestas de la esperanza
anual. Dada la preciosa coyuntura de la celebración del nacimiento
del Cristo, considero que ha lugar seguir con las palabras del
Resucitado en Pistis Sophia. Pero antes de retomarlas, donde las dejé
la última vez, expresar mis mejores deseos para el nuevo ciclo que
comienza en breve.
Que a todas y todos os
vaya de lujo el año nuevo, que la esperanza en un mundo mejor no se
desvanezca ante vuestros miedos y preocupaciones, y que consigáis un
mundo mejorado interior, en vosotros, y exterior, desde vosotros.
Muchas felicidades y muchos abrazos desde este entorno indignado que
solo expresa, muchas veces, frustración condensada y no violenta.
“ Porque añadieron
iniquidad a iniquidades, que no entren a tu justicia.
Que sean borrados del
libro de los vivientes y que sean inscritos entre los justos.
Soy una pobre
desdichada que también tiene roto el corazón; pero la salvación de
tu rostro es lo que me ha elevado.
Alabaré el nombre de
Dios en la oda y lo exaltaré en la canción de gracias.
Esto agrandará más a
Dios que un toro joven adelantando cuernos y pezuñas.
Que los infelices vean
esto y se alegren; que le busquen, oh Dios, y que sus almas vivan.
Pues Dios ha oído al
desventurado y no ha despreciado a los prisioneros.
Que el cielo y la
tierra alaben al Señor, el mar y todo lo que este contiene.
Pues Dios salvará a
Sión, y las ciudades de Judea serán construidas, y ellos habitarán
en ellas y las heredarán.
La simiente de sus
siervos la poseerá y aquellos que amen su nombre morarán ahí.”
La
oración de María alcanza su máximo, a mi entender, cuando “Dios
ha oído al desventurado y no ha despreciado a los prisioneros.”
lugar donde interpreto
misericordia y me gusta. Aunque entiendo que este Salmo es
básicamente Judío, me gusta su lectura pues Judíos y Cristianos
compartimos un origen religioso común, a parte de la importancia de
la oración como recurso de fe. Respecto a los musulmanes, en estos
momentos soy incapaz de relacionarlos con las otras religiones
monoteístas que he mencionado, lo siento.
Para
mí está muy claro que toda religión es respetable en tanto en
cuanto respete la vida de aquellos creyentes distintos a los propios.
Ya no ha lugar para matar en nombre de ninguna religión. Así lo
entiendo y siento desde mi ignorancia histórica e, incluso,
prehistórica.
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