Ahora llega el momento de
Corazón. Corazón es natural del pueblo. Ha salido poco de él. Ha
tenido siempre en él su morada, y ahora sigue en él pues la
residencia pertenece al municipio, y seguirá en él hasta que
termine sus días. Su corazón de alzheimer te anima cuando te saluda
como si fuese la primera vez. Cada día que te responde es como el
primer día.
-¡Hola guapo! -grita
cuando la saludas.
-¡Hola guapa! -suelo
responder como un espejo.
Por eso se llama Corazón,
porque transmite cariño a gritos y repite esa actitud con cualquiera
que la salude , sea hombre o mujer, es lo mismo.
En ocasiones, además de
saludar y llamarte guapo -en mi caso-, realiza una pequeña
conversación que siempre tiene la misma estructura y contenido. Es
como el día de la marmota. Es como las elecciones en España.
¿Cómo te llamas?
¿De dónde eres?
¡Qué bien!
Tras responderle te dice
que es de su pueblo, que tiene dos hijos y una hija, que tuvo a su
hija en Toledo porque no le dio tiempo a llegar al pueblo después de
visitar al médico. Que su marido, que en paz descanse, se comía a
besos a la pequeña poco después de nacer. Que tenía una finca de
cinco fanegas con viñas, arboleda, huerto, casita, y una balsa en la
que se bañaban en verano. Que ha sido muy feliz mientras era joven.
Que...
Cuando puntualmente te
cruzas con su hija, Corazón II, te cuenta esta historia de otra
manera. Comienza diciendo que solo quería a sus varones y que a la
hija, Corazón II, tardó en aceptarla. Que la finca de cinco fanegas
no era para tanto y que la balsa no era tan bonita como siempre la
pinta su madre. Que su madre tiene alzeimer. Que...
Dado que soy el oyente
frecuente de la historia de Corazón pues, sinceramente, me quedo con
la versión romántica y tierna que ella narra . Y lo hago por
razones estéticas, por el esfuerzo que supone idealizar el pasado y
agarrarse a él mientras se vive en una residencia acotada por
muchas paredes, y algún que otro cristal de invernadero.
A parte de todo esto
Corazón es muy creyente , te recita oraciones con precisión, y está
deseando que venga el cura los viernes para escuchar una pequeña
misa y recibir la ostia consagrada.
Siempre intenta ser
afectuosa, incluso cariñosa, aunque a veces los compañeros, cuando
vocea mucho, la manden a callar. Hay compañeras mucho más pesadas
que reciben sus dosis de calmantes cuando están muy alteradas. En el
caso de Corazón no ha sido necesario hasta el momento.
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