También circula el rumor
intenso de que el precio del kilogrado no cambia desde hace años
porque diez importantes productores/distribuidores de alcohol y
derivados están en contacto continuo para regular el coste del vino,
y derivados, y mantener el a granel a buen precio, dado que del a
granel se nutren grandes productoras y marcas. La única forma de
incrementar la facturación de las bodegas pasa por intentar vender
sus propios vinos embotellados. Pero, curiosamente, esta fracción no
supone una cantidad importante del volumen disponible y , además,
todas las bodegas están haciendo lo mismo. Al final las marcas
propias no llegan muy lejos porque todo el mundo tiene marca propia,
y en el mundillo de la enología las marcas de siempre son las que el
último consumidor pide.
Es decir, no hay un
auténtico libre mercado si no una pantomima de mercado. O sea, a mi
entender existe un mercado regulado por ciertos señores y por
Europa , cuya influencia no sé valorar en estos momentos aunque
puedo hacer mis cábalas.
Un ejemplo reciente
respecto a Europa: se está subvencionando el emparrado. ¿Por qué?
¿Será porque el emparrado lleva asociado el riego? dado que la cepa
está más expuesta al aire y pierde más agua y por ende necesita
más agua. ¿Será porque el emparrado permite la recolección
automática de la uva? ¿Quizás sea para promocionar un aumento de la producción por hectárea?¿Por qué?
De facto se está
emparrando más que nunca y se están haciendo pozos para regar las
viñas usando acuíferos que, a mi entender, ya están casi agotados
desde hace tiempo. ¿Saben las confederaciones hidrográficas lo que
están haciendo?¿ Están siendo presionadas o manipuladas? ¿Son
los mismos diez tipos que controlan el mercado los que están
fomentando esta sobre-explotación de acuíferos?¿Es todo este
último párrafo una fantasía Carenada?
Cuando conversas con
muchos productores locales descubres que todos están haciendo lo
mismo. Aún a costa de perder grado, están emparrando y regando para
incrementar la producción de sus viñas. Pese a la subvención, se
hace evidente un efecto contagio que al final obliga a gastar dinero
al agricultor implicado, o a endeudarse más. Además está claro que
mantener un sistema de riego necesita una supervisión y un cuidado
que antes no eran precisos. El agricultor se encuentra al final con
más problemas que antes dentro del cuello de botella de la necesidad
generada, dentro del contagio. Cómo me pagan el kilogrado siempre
igual aumento mi producción y así incremento mis ingresos.
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