El anti-héroe
Constantino Carenado ha tenido , y tiene, mucho sentido para mí.
Tengo que dejarlo claro, muy claro. En un mundo en que los laureles,
el éxito, y las medallas, están siempre en el foco, desestimando
todo lo demás , que suele ser fracaso ,fracasado, o semejante, el cobarde de
Constantino tiene su espacio entre las palabras ajenas mentirosas, e
hipócritas, de uso frecuente, de acción humana cotidiana.
Tengo claro que el mundo
actual es de los sinvergüenzas y violentos. Y cuando escribo mundo
me refiero a todas las sociedades, países, y estados del planeta.
Estas argumentaciones
expresadas hasta el momento son globales antes que nacionales, o
cosa parecida.
Aprovecho para pedir
disculpas a todos aquellos que consideren que estoy equivocado. Me
alegra que ustedes sean más optimistas, porque yo no. Me alegra que
ustedes vean las cosas de color diferente.
También he de decir que
el hecho de que exprese estas ideas tan negras, consideradas por
muchos como tóxicas, no es condición necesaria ni suficiente para
deducir que el mundo siempre va a ser un mojón gigante para el diez
por ciento de la población mundial, o más.
Existen grandes personas
en el camino de la vida, solo que su poder es limitado y local. Su
poder es cortito con sifón y solo pueden concentrarse en su mundo
interior, sin ánimo de molestar, o en el universo de las pequeñas
cosas: como ganarse el pan honradamente y apenas tener para lujos,
ser generosos al dar u ofrecer lo que tienen a los próximos, pensar en los demás
más que en sí mismos, esperar lo mejor de los otros, tener mucha
esperanza en un mundo futuro y mejor, y valorar las cosas positivas que
tiene la vida.
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