Capítulo 34
Y sucedió entonces ,
cuando María terminó de decir estas palabras a Jesús, en medio de
sus discípulos, que le dijo: “Mi señor, esta es la solución del
misterio del arrepentimiento de Pistis Sophia”.
Y cuando Jesús
escuchó estas palabras de María, le dijo: “Bien dicho María, la
bendita, la plenitud o plenitud bendita, tú, de la que habrá de
cantarse como la bendita en todas las generaciones”
Capítulo 35
El segundo
arrepentimiento de Sophia
Jesús
continuó su discurso y dijo: “Pistis Sophia siguió y sigue
cantando alabanzas en un segundo arrepentimiento, y diciendo así:
“¡Oh
, Luz de luces!, en quien he tenido fe, no me dejes en la oscuridad
hasta el fin de mis días.
Ayúdame
y sálvame a través de tus misterios, inclina tu oído hacia mi y
sálvame.
Que
el poder de tu luz me salve y me lleve hasta los más altos aeones,
pues tú me salvarás y guiarás a la altitud de los aeones.
Salvame,
¡oh Luz! , de la mano de este poder rostro de león y de las manos
de las emanaciones del dios Obstinado.
Porque
eres tú, ¡oh Luz!, aquel en cuya luz he tenido fe y en cuya luz he
confiado desde el principio.
Yo
he tenido fe en ella desde el momento en que me emanó y en el que tu
mismo hiciste que yo emanase; y he tenido fe en tu luz desde el
principio.
Y
cuando tuve fe en ti, los Regidores de los aeones se mofaron en mí
diciendo: “Ella ha cesado en su misterio”. Tú eres mi salvador y
tú eres mi redentor y tu eres mi misterio, ¡oh Luz!
Mi
boca se llenó de alabanzas. Que yo pueda hablar del misterio de tu
grandeza en todo momento.
Ahora
y por tanto, ¡oh Luz! , no me dejes en el caos hasta el término de
mis días; no me abandones, ¡oh Luz! ...
”
”
El Capítulo 34 deja claro que el arrepentimiento, acompañado de las
peticiones y oraciones correspondientes, constituye un elemento
importante para incrementar la luz del mundo interior, o para
incrementar la luz en el mundo exterior. Ambos mundos son simétricos
o supersimétricos para mí. Así lo sigo percibiendo mientras leo
estos curiosos documentos.
El inicio del Capítulo 35 supone una nueva vuelta de tuerca donde
Pistis Sophia sigue pidiendo a la luz del Resucitado ayuda mediante
la oración sistemática y , evidentemente, arrepentida.
Paralelamente pide justicia ante los Regidores que se mofaron de
ella.
Me resulta profundamente humano todo este relato y me encanta la idea
de reflexionar sobre los errores cometidos y corregirlos. La
conciencia debe despertar para que cada ser sea capaz de ser la mejor
versión de sí mismo durante gran parte de su camino por la vida, y
si se equivoca que pueda percibirlo, pedir perdón, y corregir su
error, o sus errores.
¡Buena entrada de año a todos y todas!