Hace unas semanas había
completado los treinta puntos necesarios para poder optar a un
cuchillo de MasterChef, conforme a las condiciones expresadas en los
documentos de propaganda o marketing de DIA.
Además. Hace dos semanas
me dijeron que había cuchillos y hoy, que he ido a recoger el
instrumento cortante, pues no tienen ni saben cuando van a tenerlo; y
que si quiero hacer una queja que llame al teléfono de atención al cliente.
Es decir, hace unas horas
me han dado gato por liebre, otra vez. Ya dice el dicho: donde dije
digo digo Diego. Lo de siempre. ¡Ya estamos!
Evidentemente esto es
solo un breve detalle, un ejemplo , apoyado en que cada punto surgía
de doce euros de compra. En plena era de la informática, y
conociendo la facturación de la tienda...¿Son incapaces de
anticipar el número de cuchillos necesarios? ¡Venga ya!
Las minerías de datos
actuales , con bases de datos tremendamente complicadas, hacen
trabajos muy sofisticados, ¿Cómo ha podido ocurrir ese error ante una base de datos tan simple como la de una tienda? ¿Qué ha pasado? ¿Se trata de una
mentira? Pues si. Ha sido un embuste muy clarito.
Evidentemente, si este
embuste del ejemplo surge con un simple cuchillo que iba a ser
prácticamente "regalado"... ¿Qué sucederá con las
pensiones , dependientes de planes de pensiones privados, cuando una
empresa quiebre? ¿El jubilado va a ir a buscar al gestor, o a los
accionistas, a Pernambuco? ¡Ja!
Sinceramente, las
empresas privadas no me ofrecen confianza a medio y largo plazo,
solo a corto plazo, y con condiciones. Solo el Estado, bien llevado,
puede ofrecer garantías suficientes a largo plazo. Hay que insistir en sistemas democráticos , y equipotenciales, que piensen más en las personas que en el
capital.
Señores especuladores,
por favor, dedíquense a coger coquinas antes que a engañar a las
pobres gentes. Los tiempos de Maquiavelo han terminado. Ya nos están sacado la sangre con valores de gasto seguro como: vivienda, energía, agua, y sus impuestos correspondientes.
Saludos.
Posdata 1:
las compras realizadas en DIA no han sido mías, si no las de una
amiga a la que acompaño siempre en sus compras. Por razones de
asertividad he considerado necesario usar la primera persona del
singular en mis primeros párrafos. Disculpen las molestias ante mis
estrategias expresivas, si alguien pasa por aquí alguna vez. Claro.
Posdata 2: ¿Qué los cuchillos se los han llevado los trabajadores? Pues hay formas de evitarlo,
pues no son suyos salvo que presenten los puntos por consumo, como
cualquier otro cliente.
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