Antes
del siguiente artículo sobre meditación voy a entremeter una
reflexión que quiero llamar : Al respecto de las proposiciones
obsoletas. Voy a intentar, dentro de la imposibilidad animal que me
invade, filosofar en torno a este importantísimo asunto , siquiera
para mí.
Bien
es verdad que se ha escrito mucho sobre la obsolescencia programada
de muchos productos de consumo, asunto sobre el que ya he
reflexionando, o lo he intentado en anteriores ocasiones. Pues la
reflexión de hoy no tiene que ver con el consumo de ideas, ni con la
sociedad de consumo, ni con el consumismo, ni con el consumerismo.
Intenta ir más allá. Al menos, ese es su propósito. Voy a
intentarlo. Voy a intentar filosofar desde el reconocimiento social
cero.
En
el mundo físico, este mundo de los objetos y sujetos en que estamos,
establecemos relaciones con las cosas , objetos y sujetos, que en multitud de ocasiones
son relaciones circunstanciales. Evidentemente se hace necesario
distinguir lo superfluo de lo importante o transcendental, asunto muy
peliagudo y complejo.
Este
asunto afecta , inevitablemente, a proposiciones e ideas que ante un
cambio de contexto se convierten en asuntos costumbristas antes que
en asuntos vitales o importantes. Considero , incluso, que esas
costumbres que surgieron desde un contexto bien definido , pero que
ya no tienen mucho sentido práctico, se convierten en Cultura.
Realmente es algo maravilloso , a nivel humano, pero
descontextualizado desde un pragmatismo reflexivo. Cuando las
circunstancias han cambiado las costumbres han perdido su
funcionalidad.
En
consecuencia a estas palabras estúpidas, pero animadas, se hace
evidente que muchas de las costumbres, ideas, proposiciones y
constructos sociales actuales pueden NO ser prácticos en estos
momentos históricos, como en cualquier otro momento histórico.
Cosas de humanos y culturas.
También
puede concluirse, sin ánimo de error ni ofensa, que muchas ideas que
son consideradas socialmente importantes, o localmente importantes,
sean realmente ideas circunstancialmente importantes que han perdido
su valor. Resulta muy difícil distinguir el grano de la paja.
Para
mí hay dos ideas realmente importantes más allá de todo contexto
histórico. Esas ideas son: el amor al prójimo como a uno mismo que
se ama, evidentemente. Y las ganas de crear , o construir para aquellos que consideren que el hombre no puede crear.
Amando
a los próximos y construyendo con ellos podemos desarrollar un mundo
social más amable que este que tenemos. Estoy cansado de tantos egos
por todas partes y, sinceramente, no es mi envidia, sino los daños
colaterales , y observables, que generan las personas que se creen más que otras. En
este asunto somos decepcionantes.
Saludos.
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