La
verdad es que más allá de la guasa ,o no guasa, Javi el gordo ha
muerto. Lo conocieron Elle y Ele cuando venían por el barrio a
tapear, que tiempos aquellos. Pues Javi, a pesar de nuestras
diferencias y cierta aversión actual por mi parte, se ha marchado de
esta vida. Descanse en paz.
Podría escribir cosas agradables sobre
él pero ahora no puedo, no se me ocurren pues soy un bicho y ,
salvando contadas ocasiones, siempre me insultaba. Que yo sepa, solo
se llevaba bien con los perros que tenía en el piso. Estaba
psíquicamente mal , recibía un subsidio por enfermedad metal, y a
su manera era listo. Siempre quería ganar. A su familia, sobre todo
a su hermana que era cuidadora y tutora , la ponía verde , amarilla,
y roja.
Al
reflexionar sobre este tipo de cosas tomo conciencia, y sé, que sí
no me cuido , ni cuido a los otros llamados demás, puedo terminar
siendo como era él. Ni Ele, ni Elle, ni yo eramos tan distintos , y
no os enfadéis. A Javi le comían lo celos, la envidia, la lujuria,
la codicia, la pereza, la gula,...Y tenía problemas de higiene
personal. Estaba mal pero era un reflejo de lo que los demás somos.
Para mi era ese espejo en que uno no quiere mirarse. Creció dentro
del mismo sistema económico social que yo, aunque su infancia no fue
precisamente feliz.
Le
recuerdo y tomo conciencia de que solo soy un poco diferente por los
pelos y que, mal que les pese a otros, muchos próximos padecen
problemas parecidos aunque él se movía en todos los extremos.
Quizás fuese su perpetua frustración, su rabia, y su ira. No lo sé
a ciencia cierta. Nadie ve sus defectos, cuesta mucho. Y está claro
que él estaba dominado por todos esos defectos salvajes que Jacarandá llama demonios interiores.
Pido
disculpas por estas palabras sinceras pero solo puedo decir que ,
pese a todo, le apreciaba y no le deseaba mal. Me dolía su dolor,
su heridas, pero no podía hacer nada. Mi orgullo y sus insultos me
lo impedían. Muchas veces le dije que se tenía que cuidar, y no lo
hacía. Me duele que haya fallecido. Lo siento.
En
su memoria subiré una entrada , o quizás dos, menos tóxicas que
esta. Escribiré sobre mis vivencias pasadas con él. Evidentemente,
antes de nuestro alejamiento inevitable y mi aversión. No soy ningún
santo, y menos aún cuando me insultaba cada vez que nos
cruzábamos.
Elle, reza por él. Gracias.
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