La pregunta asterisco solo puede
ser respondida desde la humildad, la retroalimentación, la generosidad, y el
equilibrio de recursos entre los homínidos. La concentración de poder, de
derechas, de izquierdas, o de centro, debe minimizarse y no maximizarse. Los
recursos limitados deben redistribuirse ética y pacíficamente. Las personas,
diferentes y enriquecedoras, deben poder moverse sin violencia o miedos en el
sistema. Deben aportar lo bueno que hay en ellas sin miedo a perder. Deben
vivir con dignidad. Eso solo puede hacerse desde la paz y desde el respeto
entre seres de múltiples culturas y potenciales.
Un conferenciante, del que
escribí en este entorno vomitivo, ya comentó que la globalización no puede
frenarse, pero sí pueden hacerse cosas interesantes, éticas y solidarias, a
nivel local. Es una pena que este tipo de afirmaciones sean presumiblemente muy
ciertas. Para mí, un pobre iluso, una
población crítica y constructiva sí podría controlar a los gobernantes de los
estados en lugar de ser controlada , o manipulada, por ellos. Absurdo y muy
real.
Los medios de comunicación de
masas, ese cuarto poder del que tanto se escribe, sí podrían hacer mucho más si
no tuviesen los sesgos de sus pagadores. Tendrían que controlar a los
gobernantes para que, dado que el que paga manda, nosotros, la mayoría del pueblo
pagador, mandásemos sobre ellos, y así ellos defendiesen, de facto, los
intereses de la gente que paga impuestos directos e indirectos.
Es una paradoja, a parte de un
gran absurdo, que mientras los pagadores de las corporaciones deciden el
futuro de sus empresas, los pagadores de impuestos no sean defendidos por sus
representantes democráticos y, por ende, no puedan decidir el futuro de sus
países o estados. Es paradoja que los gobernantes de los pueblos, teóricamente
democráticos, defiendan a las minorías y sus capitales en lugar de a sus
pagadores mayoritarios. Constituye una anomalía global de las democracias. Si
es que vivimos, realmente, en democracias, claro.
Repito. Sí normalmente el que
paga manda. ¿Por qué la mayoría de la población, que vive en teóricas
democracias, no manda sobre su clase política y representativa? ¿Es de recibo
qué, con la escusa de necesitar dinero de fuera , los gobiernos no graven con
impuestos a los inversores, pero sí graven a los trabajadores, para que así entre
dinero en el sistema público?
Continuará...
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