Las
zonas que elegí para mi presumible traslado chisme-homínido , por
aquello de la riqueza de cacharros, estaban sometidas a normas
conservadoras del medio ambiente que, visto lo visto o sentido lo
sentido, son poderosamente parciales antes que imparciales, como
debería ser ética y administrativamente... Pero somos bichos y el
que escribe, inevitablemente, también es un bicho.
Elegí
la sierra norte de Huelva como posible asentamiento futuro para un
servidor porqué me gusta. Aunque según Jacarandá ese deseo se debe
a alguna recurrencia de sangre pasada que me lleva allí, hacia ese
lugar. Herencia.
Según
Ele , respecto a Elle, se hace evidente que no hay más sierra en
España que la de Huelva, y su centro tiene el único nombre de
Cortegana. Pero esta idea de Ele no es más que humor absurdo con
guasa sana y de pasado. Guasa que hoy cuadra en esta absurda entrada
Carenada. Un artículo que es continuación del anterior.
Volviendo
al tema, localicé una finca rústica cerca de Fuenteheridos con media
hectárea de terreno, un pozo artesiano, y una logística buena y
asfaltada, antes que de tierra en forma de carril con baches. Con la
nota simple y entusiasmado, y conociendo el hecho de varias
construcciones próximas y apañadas , soñé con que podría
construir una casita de cincuenta o sesenta metros cuadrados. Sueño
vanal. Semi-pesadilla mezclada con envidia. La técnico de medio
ambiente me dejó muy claro que solo iba a permitirme una nave de
aperos de veinte metros cuadrados. Punto. Fue muy clara la técnico y
su asertiva actitud. Un primo hermano al que aprecio mucho ya me
había anticipado algo al respecto. Tuve que darle la razón.
Teóricamente,
para poder construir una casa en una finca rústica que pertenece a
un parque natural es necesario que la finca sea mayor de seis
hectáreas y que , a través de una empresa agrícola o de una
autónomo agrícola, se exploten los recursos de dicha finca
respetando el entorno natural y sus susodichos recursos: corcho,
bellota, ganado permitido o autóctono, miel, leña, etc...
En
la práctica de la rumorología también sirve ser amigo del alcalde o de
algún técnico municipal, estar en el taco, tener amistades dentro
de la Consejería de Medio Ambiente, o hacerte amigo del Seprona
cuando visite tu finca para inspeccionar tus instalaciones y tu
actividad.
Continuará.
"ese deseo se debe a alguna recurrencia de sangre pasada que me lleva allí, hacia ese lugar. Herencia."
ResponderEliminarTambién puedes buscar una parcela en Atapuerca, construirte una cueva y recordar tu niñez.
Niñez no, en Atapuerca hizo el bachillerato
EliminarTécnicos de medio ambiente, guardabosques, el Seprona, los neanderthales... siempre hay alguien molestando cuando te vas a vivir al campo.
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