Me gustaría cerrar el
tema de los pecados capitales con una entrada a modo de conclusión
de saga. Una conclusión que, inevitablemente, pretenderá resumir la
implicación moral, o ética, de los pecados capitales en el mundo de
hoy. Tal como lo veo yo, evidentemente. Tal como lo ve un animal
“tecleador” ,entre muchos, de este presente histórico ,en cierta
forma y manera, repelente.
Leyendo la revista Muy
Interesante, 419 Abril 2016, he percibido que hay que entender como
normal que haya ajustes de cuentas, escarmientos espectaculares,
vendettas, desquites... “los grupos que cuentan con vengadores
de injusticias muestran mayor capacidad de adaptación,...” “el
rencor acumulado durante mucho tiempo es uno de los factores que
pueden desencadenar una depresión” El mismo artículo que
expresa lo anterior como algo normal, pero poco recomendable, expresa
10 consejos para no amargarse con rencores y resentimientos. Y hay
uno en que Constantino Carenado está cebado ,entre otros, y,
curiosamente, es la autocompasión o el victimismo que la revista, o
el autor del artículo, consideran como no recomendable, o nada
recomendable. “El victimismo dificulta la solución de
problemas”. Por qué introduzco este asunto de una de mis
revistas favoritas, junto a Investigación y Ciencia, para concluir
la saga de los Pecados Capitales. Básicamente porqué se ha
producido la coincidencia del victimismo sistemático de mi
personaje, llamado Constantino Carenado, con este artículo de la
revista Muy Interesante, y con esta conclusión Carenada de la saga.
Él, Constantino
Carenado, es víctima perpetua de las cosas que pasan dentro y fuera
de él. Las internas duelen y las externas, también. Evidentemente
no puede obviar que vive en un mundo donde hay muchas más
víctimas que verdugos...
Un mundo injusto ,como el
nuestro,necesita víctimas sí o sí, y que Constantino Carenado sea
autocompasivo es expresión de sus fracasos, y de los fracasos del
sistema social en que está inmerso. Obviar el problema , al no poder
solucionarlo, sería de insensatos. Considero necesaria la
autocompasión del mundo a través de un personaje como Constantino
Carenado . A través de cierto arte sin calidad cuantificable.
Es el arte, o la
expresión artística, una de las herramientas más útiles con que se puede escribir sobre un mundo absurdo donde los abusones se han
pertrechado en su vanidad y masacran personas por dinero, por ideas,
por recursos,...por mercado. ¡Es demencial! Y necesito
autocompadecerme de mi mismo como miembro de una especie estúpida.
Constantino Carenado es autocompasión homínida animalizada. Por eso
decidí en un momento determinado salir de mi condición de humano
para ver un poco mejor desde lejos, y desde abajo. Para ver,
inevitablemente, mucha estupidez por doquier.
Los pecados capitales no
dejan de ser un referente moral del que nadie que conozca , o haya
conocido durante un tiempo, se salva. Es decir, todas las personas
que he conocido son , de una u otra forma, pecadoras. Entiéndase que
no he conocido a nadie que no caiga en alguno de los pecados llamados
capitales. O los Pecados Capitales son propósitos morales demasiado
altos, o no se elaboraron para nosotros.
Ya lo decía Chiquito de la Calzada: ¡Pecadolll de la pradera!
Sí reconozco, y tengo
que escribirlo, que sí he conocido personas que buscan la rectitud
moral ante todo, que se esfuerzan sobremanera ante sus propios
instintos y deseos, que desarrollan un esfuerzo tremendo por realizar
su apostolado misionero o seglar, que buscan cierta coherencia moral
en sus vidas. Los he conocido, y he disfrutado de sus propósitos,
pero no he podido dejar de percibir algún defecto o pecado capital
en ellos, o en ellas. Quizás haya sido mi envidia. Es posible. Es lo que
puedo escribir. Queda claro que el que escribe esto es un pecador de tomo y lomo. No tengo dudas al respecto aunque familiares próximos, en su ignorancia, consideren que soy demasiado bueno. ¡Ja!
Siendo sincero no
considero que en este momento histórico, con tanto materialismo y
teórica libertad política y religiosa en algunos países del mundo,
tenga mucho sentido pensar en los pecados capitales y su utilidad en
las sociedades modernas. Pensar en ellos sirve para poco, pues en las
sociedades modernas de la globalización pensar por pensar, o filosofar, no está de moda porqué no da dinero, trabajo, ni
negocio, salvo para unos pocos que trabajan en las facultades de
Filosofía .Dichosos ellos. Digamos que pensar por pensar no es
productivo, y hay que evitarlo en lo posible. Es demencial.
Señores psicólogos. ¿De
verdad que la autocompasión no sirve como recurso para un miembro de una especie humana que amo, y que no puedo cambiar a mejor? ¿No serán ustedes
conservadores del estatus quo? ¿No serán ustedes la nueva
inquisición?
Deben buscar y ayudar a la
liberación del hombre, antes que a la justificación del hombre de
hoy. Deben buscar lo difícil, antes que lo fácil.
"Ya lo decía Chiquito de la Calzada: "
ResponderEliminarEste motor de agua es un fistro
"Me gustaría cerrar el tema de los pecados capitales con una entrada a modo de conclusión de saga"
ResponderEliminarPss... yo soy mas de pecados provinciales.