Es
inevitable que en este entorno gris, que antes era amarillo, repita
ideas, principios, y teorías entre diferentes
proposiciones desarrolladas en el absurdo antropocéntrico, en el
fútil tiempo.
Ahora
gusto reflexionar sobre el pueblo isleño que llaman británico. Nada
nuevo que no hayan hecho otros en estos días. Por circunstancias
sanguíneas, lingüísticas, y forzadas, tengo cierta aversión ,
que no es odio, a las actitudes internacionales de los británicos y
estadounidenses. Esta aversión perjudica mis intereses, al tratarse
de pueblos prolíficos en ciencia ficción. Un pequeño inconveniente para un
escritor de ciencia ficción , patatero pero escritor, como yo. ¿Qué
le voy a hacer? Quizás sea que no me gusta comulgar con los
ganadores de guerras y su soberbia. Por qué será. ¿Será por celo? ¿Será
por envidia, desdén, coraje, y prepotencia británica? ¿Será por
todo eso?
Actualmente
hay dos actitudes globales y británicas que me molestan bastante
desde el punto de vista de la equidad o la justicia bien entendida,
que no debe confundirse con las leyes y normas, que son otras cosas
que intentan acercarse a lo justo, y solo a veces lo consiguen. Las dos actitudes prepotentes que siento son estas:
La
universalización de su idioma como lengua internacional ineludible
para todas las demás culturas lingüísticas del planeta. Cosa que
no es un comportamiento justo. Cosa que solo demuestra la evidencia
de una superestructura (ellos) que somete a una infraestructura (los
demás). Nada nuevo en el tiempo de los homínidos que viven. Me
molesta sobremanera que el fenómeno de la supremacía de la lengua
de la superestructura siga teniendo influencia absoluta sobre las
demás lenguas. Para mí es una falta de respeto hacia las demás
culturas de nuestro siglo XXI, excepto las nativas del ingles, claro.
Debería usarse una lengua neutra, aunque fuese artificial como el
Esperanto. Muchos esperantistas aman esta idea y buscan que sea el
Esperanto, u otra lengua artificial , la que al final se imponga y
todos los humanos tengamos que realizar el mismo esfuerzo para
comunicarnos con otras culturas del mundo. Usar el Esperanto, u otra
lengua artificial con el mismo propósito neutro, sería todo un
acierto justo. Hay que reconocer que este asunto ya se intentó en
España hace un siglo, pues debería volver a intentarse por todas
partes. Y esto no quita que haya que aprender otros idiomas. No se
trata de eso. Aprender otro idioma es adquirir cultura, y eso siempre
es reconfortante desde la humildad del que evoluciona y aprende.
Su
reciente actitud con la Unión Europea es ofensiva para el resto de
los ciudadanos europeos. Ellos , de facto, son distintos a los demás.
¡Vaya! . Tras este evento no me importaría que se disolviese la
Unión Europea quedando solamente la Comunidad Económica Europea, o
las naciones con sus pasaportes y aranceles restablecidos. Mi
sensación sobre la Unión Europea es que es un monstruo
administrativo, y fiscalizador, que se nutre de los ciudadanos como
recursos económicos antes que como seres humanos. La Unión Europea
ha sido invadida por grupos económicos de presión que en
connivencia con los políticos ha buscado, y buscan, su beneficio sobre todas las
cosas. Eso no tiene nada que ver con una Europa Social, o con una
Europa de las personas.
Continuará...
Por mi, la UE se puede ir al guano. Estaríamos mejor. Que vuelvan los dos donuts a 50 pesetas.
ResponderEliminar¿No podría mantenerse el euro y olvidar la engañifa irreal de lo social?
EliminarNo
EliminarLa verdad es que de la idílica e igualitaria UE no queda ni el recuerdo. Los alemanes la han conquistado (menos a los cabrones de los ingleses, que no picaron).
ResponderEliminarInteresante visión. Entonces...¿En qué lugar quedan los Franceses?
EliminarLos terceros, muy lejos del primero y el segundo
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