Es
curioso observar la polémica que suscita un elemento asambleario tan
básico como una comunidad de vecinos. Evidentemente existen otros
elementos asamblearios que suelen ser democráticos, como algunas
familias y parejas, pero quiero centrarme en las comunidades de
vecinos para reflexionar sobre las miserias de nuestra especie
social. Evidentemente las miserias pueden ser de mayor o menor
magnitud, y reconozco que la miseria que expreso hoy es de pequeña
magnitud, pero es miseria y desajuste en convivencia.
Por
las cosas de la casualidad subí a la azotea a tender la ropa mojada,
pues creo que la seca no se sube. Después de tender la ropa miré la
parabólica motorizada que me regaló mi hermano el mediano y observé
que un vecino había puesto su parabólica en el mástil de la mía.
No comprendía muy bien el porqué, y sigo sin comprenderlo. La
azotea es zona común pero las parabólicas que hay las han puesto
los vecinos, o los técnicos contratados por ellos. “Flipo” y
“flipé”. ¿Qué técnico puede hacer eso? ¿Por qué? Para más
inri una motorizada se mueve y dificulta la colocación de otra
parábola, en este caso, fija. De facto ha colocado una parabólica
que no permite que pueda orientar la mía, si lo decido algún día.
La
paellera y sus complementos, parábola y demás, fue un regalo que
instalé parcialmente porqué no sentía la necesidad de ver
televisión por satélite, ni de orientar la parábola motorizada
hacia el sur, y desde ahí poder tomar la señal, en abierto, de unos
quince satélites. Bastante tenía y tengo con Internet. Lo coloqué
todo en la parte de mi tendedero y tuve que nivelar el mástil en dos
planos, que voy a llamar x e y, para que estuviese completamente
vertical respecto al horizonte y de esa manera mejorar la captación
de todos los satélites posibles. Después de eso, que es un curro
tras poner las garras y sus ocho tornillos tirafondos, coloque motor,
parábola y lnb al que no di servicio por falta de necesidad. Puede
que por abundancia de pereza.
La
instalación es bastante nueva y de repente alguien , porque lo ha
decidido por su cuenta, ha hecho uso de una instalación ajena.
Tendré que hablar constructivamente con el vecino pero,
sinceramente, no comprendo su actitud. Este vecino, junto a los que
viven encima mía, es muy joven, de los más jóvenes del bloque. Los
vecinos jóvenes están resultando más polémicos y desconsiderados
que otros vecinos. ¿Qué está pasando? ¿Qué ha pasado? ¿Es
casualidad , o es un anticipo de un futuro cercano de buitres
intensos e indiferencia? ¿Más insolidaridad futura? Su oportunismo
desconsiderado me ha dejado muy triste. Si nos preocupamos así por
las cosas de los vecinos, con los que tenemos que vivir en proximidad
¿Cuánto nos preocuparán los intereses de los que no son vecinos?
¿Nada? ¿Se está disipando la solidaridad? ¿Es un caso aislado?
Entiendo de comodidades y necesidades, pero no de oportunismo con los
que viven cerca, y sobre el oportunismo con los que viven lejos
prefiero no escribir hoy.
¿Qué
democracia vamos a tener sí a pequeño nivel usurpamos los espacios
y objetos de nuestros próximos?
¿Se
están perdiendo valores morales y éticos? O ¿Esto siempre ha sido
así, y no me he dado cuenta?
"Por las cosas de la casualidad subí a la azotea a tender la ropa mojada, pues creo que la seca no se sube"
ResponderEliminarBueno, con las explosiones de tu taller, sube hasta la lavadora.
Quita esa parabólica y métesela a tu vecino por el culo, homeeeee!!!!
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