Nuevamente, entre otros
periódicos que adquiero en formato papel, vuelve a llamar mi
atención un artículo de opinión del diario El Mundo. En esta
ocasión se trata de un artículo, Tribuna/Ciencia pg. 17, del 1 de
Julio de 2015. El autor de marras es Rafael Bachiller (Astrónomo) y
dice entre otras evidencias empíricas las siguientes verdades:
- “Debemos exigir a los gobiernos que, además de las finanzas, se ocupen de los retos de la humanidad a largo plazo”
- “Lo que la actualidad esconde es la desconcertante fragilidad de nuestra civilización...”
- “La civilización en que vivimos solo puede reforzarse huyendo de la barbarie, logrando un crecimiento sostenible que vaya verdaderamente encaminado hacia un futuro mejor a corto, medio y largo plazo de todos los seres humanos.”
- “Hace...unas décadas, uno de los sueños...consista en alcanzar un estado de desarrollo tecnológico en el que gran parte del trabajo mecánico y repetitivo fuese ejecutado por máquinas. Debería ser una bendición eliminar tales tareas a las personas para que se pudiesen dedicar a otras labores más creativas,...Este objetivo se ha visto alcanzado ,...parcialmente, y hoy con muchísima menos mano de obra somos capaces de producir muchos más bienes ...Pero sorprende, y desgraciadamente, lo que debería ser motivo de dicha es una fuente de miseria para numerosas personas que no encuentran un puesto de trabajo con el que ganarse la vida.”
Evidentemente en su
artículo expresa más ideas, pero me quedo con estas como las más
interesantes para mi propósito de hoy. ¿Y cuál es el propósito de
esta entrada con carácter reflexivo-filosófico?
Pues gritar la estupidez
de la especie animal a la que pertenezco. Insistir en que el tema del
desempleo se veía venir ante estos frentes:
-Obsesión por el máximo
beneficio de todas las corporaciones , entiéndase dogma egoísta
puro y duro. Solo importa ganar más, lo demás es secundario. Y eso
incluye a las personas. De facto las personas, casi todas o
exceptuando a las importantes (¿?), son elementos de prioridad
secundaria , o terciaria. Si el trabajo lo puede hacer una máquina,
pues que lo haga. Lo demás me resbala.
-Incremento de las
distancias entre las clases sociales hasta llegar a dos entes
básicos: uno superior o importante, y otro inferior prescindible,
con valores intermedios temporales que están en fase de extinción
,entiéndase la clase media. Es decir, incremento de las diferencias
sociales e intensificación de los poderosos que, de facto, son más
, pero mucho más, que otros. Asunto demencial y enfermizo, antes
que otra cosa.
-Hacer competitiva en
mano de obra a Europa, para re-localizar algunas multinacionales. Las
“pobrecitas” multinacionales, si quieren ganar mucho dinero y
continuar su existencia, tienen que irse a donde hay mano de obra
barata (China y/o India, básicamente). Y si se quedan , en Europa,
tienen que tener mano de obra barata. Dicen: ¡Es lo que hay ! Y se
quedan tan tranquilas.
-Engañar a la gente
dictando principios de excelencia y huida de la mediocridad, que
identifican la mediocridad con el fracaso profesional, e intensifican
las luchas entre los “curritos” que deben dedicar mucha energía
y tiempo a competir con los compañeros, o con el mercado.
¡Cuando a ciertos
niveles no hay mercado, sino acuerdos entre partes que se reparten la
tarta!
¡Venga ya!
¿Por qué hay tanta
tomadura de pelo?
¡Divide y vencerás!
Esto parece una
merienda...
-Mayor incorporación de
la mujer al mercado de trabajo, cosa de la que me alegro, pero que es
necesario analizar dadas sus consecuencias a corto plazo. Este
asunto parece ser tabú, pero hay que escribir sobre él.
Y no pretendo ofender ni insultar, pues solo quiero expresar una
realidad evidente ante un mercado de trabajo limitado. Esto no debe
ser entendido como machista, sino como reflexión racional.
Sinceramente, me alegra que la mujer pueda realizarse
profesionalmente, como todo ser humano que se preste, pero es
evidente que hace unas décadas su perfil, obligado , desgraciado e
incluso secundario, era el de una ama de casa que cuidaba de la prole
sola o con ayuda. Pero, ante un sistema socieconómico de perfil
egoísta, y casi pendenciero, el sexo se ha convertido un frente a
considerar en los asuntos de empleo y desempleo. Lo siento. Para más
inri muchos puestos de trabajo , desempeñados por mujeres, tienen
un salario menor que si son desempeñados por varones. ¿Por qué
será? Es injusto pero se trata, de facto, de una inercia social de
carácter injusto que debe ser compensada. Debe haber igualdad de
salarios ante un mismo puesto.
En fin, este sistema
socio-económico que tenemos es comparable, simple y llanamente, a un
mojón.
¿Seremos moscas?
Otro descubridor de la pólvora. En el siglo XIX ya había un movimiento obrero (ludismo) que rompía máquinas para que no les quitaran los puestos de trabajo.
ResponderEliminarAfortunadamente, el aquanardo se rompe solo.
ResponderEliminarEl aquanardo genera muchos puestos de trabajo: bomberos, policías, médicos, abogados, psicólogos, periodistas...
Eliminar"Esto parece una merienda..."
ResponderEliminarCarenado olfateando el aire en el parque de Maria Luisa
"¿Por qué hay tanta tomadura de pelo?"
ResponderEliminarCarenado esperando en la barbería del Tirolínea
"muchos puestos de trabajo , desempeñados por mujeres, tienen un salario menor que si son desempeñados por varones. ¿Por qué será?"
ResponderEliminarMenos cuando haces de doble de Charlize Theron, que te pagan bastante menos.