Advertencia. Este texto
puede ofender a personas que creen en el sistema en que vivimos. Les
ruego , a dichas personas, que no continúen leyendo este documento.
Muchas gracias.
Pocas veces he solicitado
ayuda a alguien, mi estúpido orgullo me lo impide, pero en esta
entrada de hoy, tal como he pedido alguna que otra vez en este
entorno gris -como a la filósofa Adela Cortina hace unos años- ,
pido ayuda a los matemáticos. ¿Por qué? Os preguntaréis
algunos. Pues porqué leyendo un artículo de la revista
Investigación y Ciencia de Febrero 2015, me he asustado mucho. Me he
asustado tanto que estoy temblando en estos momentos.
Hay varios artículos
interesantes, donde entra uno sobre microsiderurgia de mi estimado
Boada Ferrer, pero el que me ha asustado es otro. En la página 60,
Terence Tao escribe
sobre Leyes Universales de las Matemáticas...Dice por ejemplo:
“Varios sistemas
complejos muy dispares presentan el mismo comportamiento a gran
escala. Aunque el fenómeno se ha observado en todo tipo de
contextos, su fundamentación matemática sigue planteando numerosas
preguntas”
Y el momento más
temible, desde mi visión intuitiva, surge cuando el autor susodicho
escribe sobre la universalidad en estadística:
(pg.62)“
...resultado matemático conocido como ley de los grandes
números...En el caso que nos ocupa (predicciones
de Nate Silver sobre los resultados en las elecciones estadounidenses
de Noviembre de 2008) ,
dicha ley garantiza que , siempre que en una encuesta participe un
número suficientemente elevado de personas elegidas al azar , las
predicciones del sondeo tenderán a converger a los resultados
reales, con un margen de error que depende del número de
entrevistados. Por ejemplo, en una encuesta en que participen mil
personas, el margen de error rondará el 3 por ciento. La ley de los
grandes números es universal... se enseña de
manera habitual en las clases de probabilidad y
estadística... el siguiente
ejemplo por orden de importancia lo hallamos en el teorema
del límite central... se
aplica a cantidades que surgen como combinación de un gran número
de componentes que fluctúan de manera aleatoria e independiente...A
grandes rasgos, nos dice que, si ninguno
de dichos componentes ejerce una influencia predominante
, la cantidad en cuestión quedará aproximadamente distribuida según
una campana de Gauss, o distribución normal. Decimos que esta ley es
universal porque se cumple con independencia de cuántos componentes
haya y de cómo fluctúe cada uno de ellos (si bien se torna más
exacta a medida que aumenta el número de componentes)”
Fuera
parte de que Tao pueda denunciarme por plagio, pese a indicar que es
el autor del texto escrito en cursiva, no puedo dejar de expresarme a
sabiendas de que este tipo de leyes se usan, a buen seguro, en los
prolíficos cursos sobre predicciones de acciones en bolsa...Donde
los pequeños inversores, que reciben muchas metáforas en los
múltiples libros que hay al respecto, son , presumiblemente,
víctimas propiciatorias. Pero mis tiros argumentales no van
dirigidos a la presumible engañifa destinada a los pequeños
inversores que, en base a su NO acceso a grandes números van a
perder , tarde o temprano, su dinero... Y nadie se enterará, salvo
el pequeño inversor y su cuenta bancaria, porque sería echarse
tierra en cima frente a los demás. Son cosas de la codicia y del
orgullo. Cosas de animales muy humanos.
Mi
miedo descomunal surge porque hay muchas leyes matemáticas,
relativas a los números, que van a beneficiar al que tiene mucho.
Recuerdo descaradamente a Dan, antiguo compañero de trabajo y buen
jefe -siquiera para mí-, que decía:
SI
las grandes riquezas, los grandes propietarios, los adinerados
inmensamente, los poderosos con acceso a grandes datos,...usan estas
leyes matemáticas universales en su beneficio...
SINO
hay solidaridad ni conciencia común por principio, en la conciencia
del poderoso del momento, es muy lógico pensar que:
¡JAMÁS HABRÁ REDISTRIBUCIÓN DE RIQUEZA!
O que
jamás habrá JUSTICIA SOCIAL, porqué el acceso a esas leyes
matemáticas, que conocen y controlan los poderosos del planeta
gracias a sus múltiples asesores y recursos, van a implicar una gran
coordinación con ideas como: el máximo beneficio económico sobre
todas las cosas, la mejor inversión entre las posibles, la
eliminación de competencias reales o potenciales,
la minimización de amenazas a los propios intereses, la creación de
necesidades artificiosas en los consumidores, la imposición de
argumentos e ideas antes que su discusión con prioridad social (el tema de Grecia y el
Euro, por ejemplo), etcétera … Maquiavelismo antes, y después.
Al
final, el lobo grande se come al cordero y a los lobos chicos. Fin.
Se
hace evidente, aunque me repita hasta la saciedad, que hay que evitar
que personas sin Ética, la mayoría de los humanos del presente
siglo, accedan al poder sobre otros, y hay que hacerlo de forma
pacífica y al margen de los tableros de juego en que participan los
poderosos con problemas de codicia (el 99,9% de ellos). En esos
tableros hay muy poco que hacer si tus números son pequeños. Un ejemplo final:
-¿Existe
un libre mercado qué regule el margen de beneficio de las empresas
de hidrocarburos, evitando el monopolio, y qué a su vez regule el
precio que pagan los usuarios finales ?
-Humm.
¡Pues no! Estas empresas, con el petróleo barato, ya están
haciendo su agosto en julio.
Evidentemente
la idea del mercado libre, o cosa parecida, más allá de un mercado
de barrio, es una gran mentira que cuentan muchos ponentes. Que pena
que me da la frase inmediatamente anterior, desde mi cariño hacia buenos profesores que he tenido en el pasado .
-¿Y
tú? ¿Serás pobre? ¿O serás rico en el futuro cercano? Recuerda
que cada vez, según parece y nos cuentan, hay menos clase media.
Saludos.