El otro día, yendo en el
tranvía sevillano, sucedió algo extraño. El silencio se hizo dueño
del volumen y, a su vez, el tiempo. Todo quedó quieto, estanco,
estático... Sin ninguna máquina perceptible que parase el tiempo, o
hiciese intento de ello. Desde ese momento, en el maldito tiempo de
las cosas, de los sujetos y de los objetos, el tranvía y sus
ocupantes comenzaron a levitar como si hubiesen perdido su masa. Los
pasajeros estáticos y estancos no perdieron su posición relativa
dentro del tranvía pero sí el tranvía, y su contenido, dentro del
todo. Los ocupantes estaban quietos mientras nuestra cobertura
metálica , en forma de tranvía moderno, levitaba hacia una nube
gris en el cielo.
Durante el extraño
suceso un servidor tenía la sensación de que los demás estaban
inconscientes salvo yo. ¿Sería mi egocentrismo animal? ¿Los otros
percibían lo mismo? Evidentemente, no lo sabia. Nunca había
conseguido meterme íntegramente en la realidad mental de otro ser,
nunca lo he conseguido, y menos aún en la realidad mental de una
mujer. Somos tan distintos, sin ser más o menos ¿Cómo puede
compararse un estambre con un cáliz? Ninguno es más o es menos, y
quien busque grados está enfermo de ego. La igualdad en la preciosa
diferencia es la cuestión.
El tranvía, tal cual
bonita ristra de chorizos, se dirigía tranquilo hacia la nube gris
con forma de puro o zepelin. Cuando llegamos al interior de la nube
fue cuando realmente perdí la conciencia -si la he tenido alguna
vez-, e ignoro si los demás viajeros del extraño pasaje padecieron
lo mismo. En mi caso, que es el que brevemente narro, sentí
una electrocución perturbada ,y general, hasta despertarme dolorido
en una poltrona de extraño tejido. En estos momentos estoy
escribiendo desde mi smartphone y me dejan acceder a Blogger, pero
solo tengo este contacto virtual con la realidad. Me están
alimentando por una portezuela, y me dejan expresarme libremente en
la red.
No comparto habitación
con nadie, y tampoco escucho a nada ni a nadie. Solo tengo mi móvil
moderno de pantalla grande, y un teclado ergonómico que me permite
escribir con comodidad, no esas teclas infames de un teclado diminuto
y táctil. ¡Socorro! No sé para qué inventaron la palabra
ergonomía, en los smartphones se la han pasado por la entrepierna
varias veces repetidas.
Bueno. Continuaré
escribiendo entradas mientras me dejen. Saludos desde mi extraña
celda. Ya describiré mi cárcel en próximas entradas, post, au artikoloj.
¡Anda! Debajo de la cama, de extraño tejido, hay un diccionario de Esperanto.
¡Gis la revido!
"El tranvía, tal cual bonita ristra de chorizos, se dirigía tranquilo hacia la nube gris con forma de puro o zepelin. Cuando llegamos al interior de la nube fue cuando realmente perdí la conciencia... sentí una electrocución perturbada hasta despertarme dolorido en una poltrona de extraño tejido."
ResponderEliminarMe temo que has sido abducido por una nave de alienígenas gays que te han introducido una sonda anal del tamaño de Ganimedes.
"¡Anda! Debajo de la cama, de extraño tejido, hay un diccionario de Esperanto."
ResponderEliminar¡¡Es una trampa!! ....Esperan que te agaches a coger el diccionario para introducirte a traición otra sonda XXL.
Demasiado tarde...Le han dejado el esfinter del tamaño de la gorra de un general norcoreano
EliminarSi, me temo que han conseguido abrir una puerta interdimensional en el culo de Carenado, por la que cabe el desfile del Día la Victoria del Ejército Rojo.
EliminarEstáis enfermos. Empezáis a repetiros, a repetiros, a repetiros. Es una broma que sigue y sigue y sigue en el tiempo...¿No tenéis más imaginación?
ResponderEliminarMe parece que os estáis haciendo viejos. Pensaba yo, ser patatero, que ustedes podíais ofrecer algo más de una patata, y no dos patatas...
Sois muy cansinos.
Saludos.
No te cabrees, hombre. Volveremos a las tostadas
ResponderEliminarPodéis "reinventaros" perfectamente. Usad vuestra creatividad y a darle a las teclas. Ya está bien de esfínteres.
ResponderEliminarBueno vale, me pondré a trabajar en un nuevo proyecto que tengo en mente: un motor que funciona con agua y que sirve fundamentalmente para abrir boquetes del tamaño de un portaaviones en el suelo.
ResponderEliminarCalla, calla. No hables de abrir boquetes que Carenado se pone violento verbal.
EliminarIba a escribir un comentario sobre un nuevo enfoque de la obra de Peter Kriedte: "Feudalismo tardío y capital mercantil", como explicación del origen de los desequilibrios socio-económicos que padecemos actualmente. Y de como si analizamos holísticamente las nuevas fronteras norte-sur dentro del mismo hemisferio norte, podemos ver claramente que se trata en realidad de una fase superior propia de la evolución de un sistema capitalista, que usa la especulación financiera como caballo de Troya para acabar con la voluntad de los Estados democráticos... Pero la verdad es que al final unos extraterrestres acababan metiéndote una sonda por el culo.
ResponderEliminarNo se confirma que Carenado vaya a ser el próximo seleccionador nacional
ResponderEliminarNo se, no se. En Chelsea y en Milán andan detrás de él... Y seguramente la policía de otras ciudades también.
EliminarTras su enorme éxito en el Tirolinea F.C., que ahora es un equipo de petanca, ha sido llamado a más altos destinos.
EliminarDespués del estropicio que le han hecho los extraterrestres, no creo que esté para sentarse en el banquillo del entrenador.
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