Parece que el nuevo año me ha
dejado sin ideas, pobrecito de mí (que me gusta auto-compadecerme y
hacerme la víctima). Dada esta ausencia de ideas Carenadas (*), que
parecen estar cubiertas por las nubes del vacío, recalo de nuevo en
el puerto de un libro negro cuyo título es:
¿Están en peligro las
pensiones públicas?
Ver: www.attac.es
En su página 50 dicta lo
siguiente:
“Según los datos
elaborados por la oficina europea de estadística (EUROSTAT) España
destina el 19,7% del PIB (2003) a gasto en protección social
mientras que el promedio de la UE-15 es del 28,3%...
¿Deben reducirse, como piden
los empresarios, las cotizaciones sociales?
La demanda de la patronal
española responde a un nuevo intento de apropiación de aún mayor
parte del excedente económico generado en el proceso de producción.
Como recordábamos más
arriba, la participación de los salarios en la renta ha descendido
en España más de diez puntos porcentuales en los últimos 30 años,
lo que significa que los incrementos de productividad de
los últimos años han ido fundamentalmente a
los beneficios empresariales, mientras que apenas han
repercutido en las rentas salariales.
¿Por qué lo piden entonces?
Su interés no es otro que el
afán de lucro y la búsqueda incesante de más y más
beneficios, sin tomar en consideración las consecuencias
económicas y sociales que ello entraña.
...se podría lograr un gran
incremento de ingresos públicos si se fortalecieran las estrategias
de lucha contra el fraude y se llevaran a cabo reformas fiscales que
hicieran más justo el sistema.
”
Bueno,
bueno, bueno. Otra vez estamos con la archiconocida y generalizada:
codicia, que antes que enemiga es amiga; una extraña amiga.
¡Oh
codicia!
Claro veo,
que gobiernas las mentes de los esclavos.
¿Por qué
reinas y dictas?
¿Cuándo
comenzaste a ser la diosa de los hombres?
¿Cuándo
conseguirte aliarte al dios Miedo?
¿Cuándo te
apropiaste de las mentes cristianas?
¡Oh
codicia!
Sigo viendo
, amada, que gobiernas todas las mentes esclavas.
¡Oh
codicia!
No me
abandones en la explotación de los hombres.
¡Oh
codicia!
¡Cuánto me
recuerdas a una estupidez invisible!
¡Oh
codicia!
¡Sé mi
querida amante perturbada!
(*) dado mi seudónimo de
Constantino Carenado, Carenado es un mote surgido desde Eme, Elle y otros amigos.
¡Carenado, estas rodeado!
ResponderEliminarCoge el teclado lentamente con la mano izquierda y tiralo al suelo.
Ponte los pantalones y coloca las manos detrás de la nuca sin hacer tonterías.
Quedas detenido por poemicidio en primer grado.
"¡Oh codicia!
ResponderEliminarNo me abandones en la explotación de los hombres."
Declaraciones de Carenado cuando su amiga Codicia lo deja tirado en la acera en Chueca con una peluca rubia y una minifalda.
Pese a los resultados, no podemos confirmar que sea Carenado el encargado de solucionar lo de Ucrania
ResponderEliminarMenos tostadas y más entradas carenadas.
ResponderEliminarSeguro que está en Ucrania enredando y desayunando tostadas con caviar del Volga
ResponderEliminarUna banda de falsificadores andorranos ha sido detenida tras intentar vender una remesa de aquanardos falsos en un centro comercial del Sahara. "Se notaba a la legua que eran motores falsos porque funcionaban perfectamente" ha declarado un portavoz policial.
ResponderEliminarMoscú vuelve a elevar la tensión al ordenar a su flota del Mar Negro, apuntar a Kiev con las obras completas de Carenado.
ResponderEliminar"Jodidos rusos... ¿Pero no habían desmantelado su arsenal literario?", ha declarado el General en Jefe del Estado Mayor de los EE.UU.