Dado que la vida existe
más allá de los smartphones, y sus pantallas interactivas, hace
unos días pude reírme a sanas carcajadas con la nieta de una
vecina. Pude reírme observado paisaje y
paisanaje antes que un entorno virtual presente o futuro.
Puede que mi indiferencia
ante los extendidos móviles sea envidia, enfermedad, o algo
parecido, pero el comportamiento de la pequeña en su paisaje , que
tendrá unos ocho años y vive eventualmente en Tiro de Linea, me
sorprendió enormemente y me sirvió para
ser feliz unos minutos dentro de la realidad más costumbrista.
Dentro de la realidad de la vida macroscópica que solo necesita de
los sentidos animales y carece de computadoras inventadas por
nosotros (salvo que esta realidad que llamo natural sea falsa, pero
esta idea supera los propósitos de esta entrada con forma de patata
conceptual).
Creo , sinceramente, que
la originalidad de los pequeños nunca dejará de sorprenderme o,
siquiera, la naturalidad con la que tratan asuntos delicados e,
incluso, dolorosos.
Pues eso. Iba caminado
con cierta cojera y con ciertos pensamientos obtusos (como casi
siempre). Mi mente indignada estaba rodeada de incoherencias sociales
y personales (como casi siempre). Estúpido humano mediocre.
La rabia
dominaba cada uno de mis pasos en el espacio de la estupidez
concentrada (donde se encuentra inevitablemente la mía).
Sentía ansiedad, mucha ansiedad ante mi futuro y el de todos
aquellos, y aquellas, que aprecio y quiero. Sentía, incluso, la
desesperación ajena. Malos tiempos.
Intentaba escuchar a los
prójimos en su paisaje, y no podía escuchar más que gritos y
ruidos del absurdo de las cosas de siempre. Esas cosas que están
constantemente lapidando a los hombres y a las mujeres. Problemas sin
solución propia o ajena. Dolores frecuentes, pero pasajeros.
Las dudas me bañaban sin
desearlo. Las dudas y las preocupaciones que padezco y siento. Rabia
en mi añorado paisaje que no es otro que mi añorado barrio.
Demasiado tiempo deseado en Amate. No se puede estar en todas partes.
Pobre humano, chimpancé u hormiga. Pobre escarabajo pelotero del
presente. Como le gusta decir al Hada del Bosque: - Somos como
escarabajos peloteros empujando su propia mierda a todas partes.
Estaba llegando cerca de
mi amada cueva, llena de trastos del pasado, del presente, e inventos
en proceso de construcción. Estaba llegando a mi piso de relatos
nuevos, e ideas en la pobreza. Esa que acecha a tantos esclavos del
presente. Esa que domina a trabajadores, parados , jubilados y
zombis. Dolores frecuentes, pero pasajeros. El absurdo visto por un
niñato del pasado. Un mimado que piensa y escribe como puede. Constantino Carenado.
Casi aterrizando en mi
piso me encontré a mi derecha a varias familias sentadas en El
Hormigón, una especie de banco de hormigón que antes que banco,
es bordillo gordo apoya-glúteos. Algo distanciada de los adultos
estaba una niña rodeada de cartones limpios y una bolsa de plástico
en la cabeza. Cuando estaba cerca de ella la niña me vió , me conoció,
y divertida se dirigió a mi diciendo :
- ¡Hola. Soy una
vagabunda!
Tumbándose mirando al
cielo unos segundos, sentándose otra vez.
Ajustándose la bolsa de plástico a su
pequeña cabeza.
- ¿Cómo? - respondí.
- Soy una vagabunda.
- dijo de nuevo.
- ¡Ahhhh! - mientras
comenzaba a reírme antes que a llorar.
- ¡Hola vagabunda! -dije sonriendo y alejándome.
Saludé entre carcajadas
a su querida abuela y demás vecinos. Saludé sin dejar de reír,
mientras caminaba entrecortado y zumbón hacia mi lugar de raíces.
Pobre humano. Pobre árbol. Pobres árboles en sus parques naturales.
Siempre será bueno que los niños jueguen 'cerca' de aquello que ven.
Intensa percepción lúdica, de los pequeños, ante el incremento de
esclavos y vagabundos. Penoso presente en falsa democracia. Tiempos de esclavitud. Tiempos de siempre.
Posdata:
Siento el sesgo de este
texto de hoy pero estoy cansado de tanda mierda y me hace gracia,
mucha gracia, que la desgracia ajena sea motivo de un juego inocente.
Parece que volvemos a tiempos de vagabundos. Seguramente haya vuelto
Charles Chaplin. Bucles sociales de siempre en la estupidez. Tiempos de mis abuelos.
Absurdo otra vez.
"Las dudas me bañaban sin desearlo."
ResponderEliminarPues déjalas que hace una semana que no te duchas
"Como le gusta decir al Hada del Bosque: - Somos como escarabajos peloteros empujando su propia mierda a todas partes"
ResponderEliminarComo han cambiado las hadas.
Grandes profesionales liberales europeos:
ResponderEliminar1. El corrector de estilo de Carenado
2. El peluquero de Angela Merkel
3. El abogado de Carenado
Eliminar"Siempre será bueno que los niños jueguen 'cerca' de aquello que ven"
ResponderEliminarNo se, no se. Tu de chico jugabas al lado de la fábrica de pegamento, y mira como te has quedado.
El problema es que también jugaba cerca de una tienda de lencería
EliminarAhora entiendo porqué Carenado en vez de calzoncillos usa picardías de lentejuelas.
EliminarNo se confirma que Carenado haya intentado tostar un 747 de la Pan-American Airlines.
ResponderEliminarTeniendo en cuenta que cree que la Liga Pangermánica es un torneo de fútbol de los panaderos alemanes, no me extraña.
Eliminar"Iba caminado con cierta cojera "
ResponderEliminarTe advertí que la "negra" de 2 metros que te ligaste la otra noche en Los Lagares me daba mala espina.