Este texto solo pretende
expresar paranoias rodeadas de derechos propios, derechos ajenos y
obligaciones ajenas. Surge en solitario desde el hedor
y desde las moscas que acompañan cierta basura acumulada. No
pretendo posicionarme ante conflictos entre
empresas y trabajadores, pero si declaro que los trabajadores de
Lipasam pueden dar palmas por tener derecho real a una huelga tan
larga. Si hubiese, o hubiera, hecho huelga alguna vez en mi vida,
habría estado en la calle antes de la quiebra de alguna de las
empresas en que trabajé. Habría estado en la calle sin dudarlo. Me
alegra que los trabajadores de Lipasam puedan sujetarse al derecho a
la huelga, derecho real o manipulado, sin ver
peligrar sus empleos,
siquiera el empleo de aquellos que realmente trabajan pues, a buen
seguro,en Lipasam habrá de todo: desde muebles con nómina, hasta
grandes y dignos currantes, sin dejar pasar todos los niveles
aceptables e inaceptables de eficacia laboral remunerada. Comienzo
este pequeño relato rodeado, empíricamente antes que mentalmente
(o mediante extrañas conjeturas como las de la entrada anterior), de basura y de basuras.
Esta mañana me dijo un
niño que había visto a Walle en la Avenida de la Paz. El niño, sin
dudarlo, me dijo redundante:
- Si. Si. ¡Qué si! Que
he visto un robot haciendo montones de basura encima del carril bici.
- Pero hijo. ¿Eso cómo
va a ser?
- Qué si. Qué sí. Qué
trabaja mucho y habla muy poco.
- ¿No será un Chino?
- ¡Qué va! ... Vaya.
Vaya. Está por ahí. -señalando en una dirección y en un sentido
muy evidentes.
Digo dirección y sentido
porque me gusta la idea de vector, y el mundo está lleno de vectores
, vencedores, y vencidos (de los que se dice muy poco, aún siendo la
realidad de la mayoría de los participantes en concursos o guerras
-desgraciadamente-).
Siguiendo las directrices
del niño tomo rumbo hacia el carril de las bicicletas que recorre
toda la avenida de la Paz. Ando ansioso y ligero como si fuese contra
reloj. Me siento un avestruz desplumado. Con tanta prisa apenas
observo el paisaje, o el paisanaje curvo de algunas féminas
caminantes sobre zapatos, o sobre ruedas...
- #Guauuuu#.- debería
haber pensado.
Tras dejar el
hipermercado francés a mi izquierda
continúo la avenida hacia una polvareda lejana.
Es tal la polvareda que recuerdo la feria
de Abril sin agua de lluvia: polvo, polvos, fino, rebujito, tapas,
sonrisas, y sevillanas. En cierto momento veo furgones de policía
local y observadores variados haciendo un semicírculo en torno a un
objeto en movimiento rápido que va haciendo montones cúbicos de
basura : dos por dos por dos; dos por dos por dos; dos por dos por
dos, otra vez.
Dado que el robot no
parece hacer daño a nadie me atrevo, en solitario, a acercarme a él
para ver si en su velocidad habla.
- ¿Walle? ¿Eres tú?
- Waaalleee - dice
mirándome durante un segundo antes de
seguir en su tarea entre bolsas de basura.
- ¿Quién te ha traído?
- Naaadieeee. Yo
trabajaaa basuraaa. Waaallee.
- ¿Eh?
- Basura llama a Waaalee.
- mirándome otra vez durante un segundo antes de reiniciar sus
cúmulos de ocho metros cúbicos.
-Basura necesita a
Waaalee. -dice de nuevo.
- No puedes hacer lo que
quieras. Para, por favor.
- Yo solo para, sino
basura mucho tiempo.
- Es que hay una huelga.
- ¿Huelga? ¿Qué es una
huelga? ¿Qué es? Wallee no comprende.
- Pero...
- Tu. Humano, mucho
habla. - cogiéndome como si fuese una bolsa de basura.
- Tu. Humano, mejor aquí.
No habla más. Yo mucho trabajo. Aquí mucha basura-colocándome
encima de un mojón cúbico recién
terminado y apestoso.
- Pero...
- Walle terminado
aquí. Toma...para que tú no solo. - dejándome una muñeca
hinchable, y usada, a mi
lado...
No sé si continuará la
huelga muchos días, pero si sé que me ha resultado muy extraño
encontrarme encima de un mojón de ocho metros cúbicos de basura, junto a una muñeca así, mientras
me miraban un montón de curiosos. Aún recuerdo las
carcajadas cuando Walle me abandonó junto a la muñeca de plástico.
Detienen a un piquete de Lipasam por quemar contenedores y a un robot, y a un desequilibrado por enseñarle el miembro a una cajera del Carrefour. "Creía que en los supermercado franceses se podía hacer", declaró el detenido mientras relataba sus angustiosas experiencias a la hora de agacharse para coger yogures griegos en un supermercado de Chueca.
ResponderEliminarA mi lo que me preocupa es que Carenado estrenara la muñeca sin esperar a bajarse del mojón cúbico.
ResponderEliminarA mi que le quiera regalar a la muñeca bombones el día de San Valentín
EliminarNo se confirma que Carenado sea enlace sindical de Lipasam
ResponderEliminarTampoco se confirma que la renuncia de Benedicto XVI tenga que ver con que el nuevo papamóvil adquirido por el Vaticano, vaya motorizado con un aquanardo. "Yo ya estoy mayor para empujar el coche", dicen algunos testigos que le oyeron decir.
ResponderEliminarCarenado, a ver cuando ponemos la antena.
ResponderEliminarCuestión de hablarlo y quedar un día en que podamos los dos.
EliminarUn abrazo.