Tengo
que reconocer que en múltiples ocasiones soy víctima de mis
emociones. Para mi es algo triste y lastimoso, pero muy real. La
meditación me ayuda a aislarme de ellas durante un tiempo. Meditando
encuentro el no entretenimiento y el pensamiento casi vacuo, o emociones cero. Es muy
curioso autocontemplar lo que supone meditar. La
cosa, la clave, es bajar el ritmo de los pensamientos antes que
introducir distracciones exteriores, tal como hacen muchas artes
escénicas y deportes, entre los miles de entretenimientos mentales
posibles y dignos. En mis tiempos anteriores a la meditación recursiva, utilizaba entretenimientos habituales para pensar menos en mis
dificultades y problemas personales con sus anexadas emociones . La meditación , en cierta forma
y manera, ha sido un descubrimiento.
Evidentemente
no es panacea pues solo trata de calmar, relajar, y disminuir
tensiones musculares y mentales. No es como dormir la siesta, cosa
que también busco cuando puedo. Tampoco es como practicar deporte,
ni quedarse traspuesto. Meditar es algo diferente. Evidentemente me
refiero a la meditación Zen , o su intento, más allá de todo
concepto religioso aunque el Zen sea una religión que surgió del
budismo. Según tengo entendido.
A
parte de las religiones que puedan beber de la meditación, y de su
ejercicio, hay que mentar que es tremendamente recomendable. Como he
expresado anteriormente, agradezco los ratos que he meditado solo o
acompañado. Gracias. Y me entristece no encontrar un momento frecuente para ella en mis
días habituales. No he conseguido introducirla en mis rutinas
diarias, y me apena. Con mucho esfuerzo he conseguido meditar cuatro
días a la semana pero lo habitual es , como mucho, dos veces. Algo,
con franqueza, totalmente insuficiente. No sé, con sinceridad, lo
que le pasa a mi tiempo y su gestión. Creo últimamente que me pasa
como con el dinero. Se evapora solo . Sin mi consentimiento. Con todo
mi dolor.
Por cierto, ahora que recuerdo, meditar sí se parece a orar. Exacto. Puede considerarse , perfectamente, como un tipo de oración útil para múltiples religiones o ninguna. Quitarle el aspecto religioso a la meditación puede ser como comer pan solo. Y el pan solo puede estar bueno. Ustedes mismos.
El insigne lingüista C. Carenado, creador del participio descompuesto y del gerundio redundante está a punto de lanzar su nueva novela de 250 mil páginas, titulada "Nada". Prólogo de Sanchez Dragó. Pliego de descargo incluido en separata.
ResponderEliminar"aunque el Zen sea una religión que surgió del budismo. Según tengo entendido."
ResponderEliminarNada de eso. Tiene un origen romano. Su fundador fue Zeneca.