Después de varios días decidiendo y
reflexionando, surge en mi mente de patata una nueva secuencia de
caracteres concatenados y absurdos.
¿Está el mundo lleno de H.P.?
¿Está el mundo lleno de enfermos
mentales con poder?
¿Está el mundo lleno de EGORS?
¿Está el mundo constituido por
privilegiados que no quieren perder su posición?
¿Está el mundo lleno de injusticias
sobre injusticias?
¿Está el mundo repleto de fracaso y
fracasados?
¿Está el mundo lleno de intereses?
¿Está el mundo rodeado de egoístas?
¿Está el mundo lleno de pobres?
¿Dónde están las personas generosas?
¿Dónde?
¿Dónde son importantes las personas
antes que el capital, o los recursos?
¿Por qué estamos empeñados en que
haya un fuerte, y un débil?
¿Por qué estamos empeñados en el
control?
¿Qué hay que controlar? ¿A quién?
¿Es el controlado el que debe ser
controlado?
¿Es el perro-flauta
el que debe ser desacreditado?
¿Cuántos
banqueros han respondido ante la crisis?
¿Cuántos han perdido su techo?
¿Cuántos miembros de los diferentes
consejos de administración, están respondiendo ante las
consecuencias de sus actos codiciosos?
¿Cuántos desde su posición de
privilegio?
Somos lamentables, y por eso me
lamento. Ha joderse toca...
Espero que mi mayor libertad, como
anticipan algunos filósofos y escritores, continúe dentro de mi
mente. Ojalá. Rezo por ello a mi patrona personal de los agnósticos.
Rezo por ello: a la tostada de jamón serrano. Rezo como omnívoro:
¡Oh tostada!
Déjame ser libre entre los buitres.
¡Oh tostada!
Déjame gritar entre los tulipanes.
¡Oh tostada!
Déjame ser poco apetecible.
¡Oh tostada!
Déjame gritar en el vacío.
¡Oh tostada!
Déjame ser y estar a cubierto.
Déjame comer y pensar.
Déjame tranquilo.
Oh Carenado...Págame la tostada
ResponderEliminar"¿Está el mundo lleno de H.P.?"
ResponderEliminarSi. Una de cada tres impresoras es una Hewlett Packard.
Si, terminas hartándote de tanto monopolio y la destrucción del más pequeño
ResponderEliminarParece que vuelve a entrar gente civilizada en el blog...
ResponderEliminarAlberto, tendremos que dejar de decir cloquetas, móndigas y paguetis.